10 Muestra de Cine Europeo del 18 al 24 de noviembre 2015

Retrospectiva cine sueco

 

Suecia será el país invitado de la 10ª edición de MUCES, un país cuya cinematografía ha tenido etapas muy oscilantes entre el éxito y la desertización cultural. En 1897 se comenzaron a rodar las primeras cintas suecas. Durante los años 20, Suecia se contaba entre los países de vanguardia, con directores como Victor Sjöström y Mauritz Stiller y películas consideradas obras maestras, varias de ellas basadas en narraciones de la Nobel sueca Selma Lagerlöf, como La carretera fantasma. Pero esa época duró poco, y Sjöström y Stiller emigraron a Hollywood, acompañados de la estrella emergente: Greta Garbo. En los 40 el cine asumió una función importante de defensa psicológica ante la alerta militar.
Directores como Alf Sjöberg y Hasse Ekman renovaron la idea de que Suecia volviera a ser un país respetado en la cinematografía. En 1956 entró Ingmar Bergman en la escena internacional. Alrededor de 1960, la industria cinematográfica sueca sufrió una profunda crisis debido al auge de la televisión, pero al celebrarse un convenio de política cultural entre los productores y el Estado, la “reforma cinematográfica”, se fomentó la realización de películas de calidad, y una nueva generación de cineastas originales surgió: Bo Widerberg, Vilgot Sjöman, etc. El mayor cambio se produjo en los 70 y 80, con la incorporación de la mujer fuera del ámbito de la actuación: Mai Zetterling había pasado a ser directora ya en los años 60, y la siguieron Gunnel Lindblom, Marie‐Louise De Geer Bergenstråhle, Christina Olofsson, Suzanne Osten, etc. Como escritora, Astrid Lindgren ha sido una de las mujeres de mayor presencia en el cine sueco (Pipi Langstrum). Del mismo modo, los documentales han sido el orgullo del cine sueco, con una larga tradición de documentar la naturaleza: La gran aventura, de Arne Sucksdorff, entre tantos.

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